Capítulo 8

Come here, you'll be fine.





 Mis píes me dirigieron a la puerta, casi tan ansiosos por huir de allí como yo, pero él no iba a permitirlo. Sus manos me atraparon y me hicieron regresar.

-¿Qué quieres?-Exigí rápidamente, nadie, y mucho menos él, iba a detenerme.

-Si la quieres tanto como dices no te vayas, le harás mal, y en su estado eso es lo que menos necesita. Puedo conseguirte un trabajo, o puedes hacerlo tú misma, que te ayuden un poco nunca está mal...-

-No, no quiero.

-¿Por qué eres tan malditamente obstinada? Sólo te digo que te ayudo por un tiempo, hasta que puedas hacerlo sola. No sé que mierda pasa contigo, pero puedes hacerlo mejor. 

-¿Tú crees que puedes hacerte cargo de mi como una mascota? ¿Qué puedes ayudarme solamente por que eres rico, y tienes influencias? 

-No, dios, ¡Solamente estoy siendo bueno contigo, como lo sería con cualquiera! Así no tuviese dinero, lo haría, por que eres la maldita amiga de mi hermana y ella me importa lo suficiente para involucrarme. 

 Me quede en silencio, no tenía más que decir. 

-No quiero ser una carga.-Pronuncie finalmente.

-No lo serás... Quiero ayudarte.-

 Volví a llamarme al silencio y asentí, con la cabeza gacha. 

-Debes prometerme algo.-Pedí.

-Dime...-

-Cuando yo pueda establecerme, de la forma que sea, me dejarás devolverte el dinero.-

-De acuerdo.-

 Asentí.

-Ahora, entra, por favor.-Su voz sonó rasposa y dulce, haciendo que fuera casi imposible no hacerle caso.

   Me senté en el sofá y Peter me imito, se quedo mirándome unos segundos mientras yo tenía mis ojos fijos en el suelo. 

-¿Puedo preguntarte algo?-

   No podía, pero si estaba siendo bueno conmigo no me daba más remedio. Asentí todavía sin establecer contacto visual.

-¿Qué sucedió con tus padres?

-Eso... Yo... No creo que tengas que saberlo. 

-Quiero ayudarte, nada más.

-Bien.-Intente buscar las palabras, mis manos estaban temblando y sentía como comenzaban a sudar, esto no era buena señal. Una persona como yo no temblaba, yo era segura, era fuerte. Tenía que serlo.-Te lo contaré otro día ¿Vale?

-De acuerdo... Ve a dormir. 

-¿Tú no estabas en tu fiesta?

-Sí, regrese luego de que te llevamos al hospital y les dije que debía irme, luego las traje aquí.

-Lo siento, por arruinar tu fiesta.-Digo con sinceridad, él asiente.

-No es problema...

-¿Volverás a tu departamento?-Volví a cuestionar levantándome del mullido sofá.

-No, me quedará esta noche por que Luke no ha regresado...-

-¿Dónde está?

-No lo sé, espero que vuelva pronto.-Solamente dijo, y se fue a la cocina. Me dirigí al cuarto de mi amiga, en la misma posición en que la deje, y me recosté a su lado. Sentí ambos brazos presionándome apenas me recosté, y aunque amaba que me abrace sentí dolor en mis heridas.

 Heridas que por supuesto no recordaba haberme hecho.

 La mire, era difícil para ella y lo sabía, no podía hacerle esto. Tenía que ser fuerte, porque no quiero alejar a la única persona a la que sinceramente quiero.

  La noche paso demasiado lenta, y mientras las estrellas desaparecían en el azul del cielo mis ojos no cedieron ni una vez. Los sentía pesados y podía adivinar que estaban rojas, pero no hubo forma de que pudiera conciliar el sueño.

 Las imágenes me perseguían, golpes, sangre, ruidos... Pensaba en como los padres pueden ser tan crueles, ¿Es que existirán padres buenos en este mundo? ¿Padres amorosos como los que salen en la tele? Lo dudo demasiado.

 Siento la puerta abrirse y pienso que debe ser Luke, como corresponde, aunque sean unas siete horas tarde, pero en realidad Peter está allí con una bandeja de desayuno. Cierro los ojos antes de que me vea, de seguro es para Amy, así que dejaré que tengan su torpe escena de hermanos fingiendo que no estoy aquí.

 Para mi sorpresa su mano sacude mi hombro, y susurra mi nombre de manera tan baja que apenas puedo oírlo. Abro los ojos que había cerrado y lo veo, muy cerca de mí.

-Tienes que comer algo.-Sonrío inconscientemente, porque nadie ha hecho algo así por mí antes. Acerca la bandeja hacía mí y luego despierta a Amy, ha traído para los tres y es tan ridículo como suena.

-¿Luke?-Es lo primero que sale de los labios de Amy.

-Ha salido...-Miente Peter, ambos sabemos que no es así, que no ha regresado, pero nadie dice nada.

-Oh.-Simplemente pronuncia mi amiga, comienza a comer con la cabeza gacha y sin hablar mucho.

-Así que...-Digo intentando zafar del silencio, pero realmente no estoy segura de que decir.-Hoy iré a buscar trabajo, Amy.-No sé porque lo dije, no tengo ganas de hacerlo.

-Aún puedes trabajar como mi asistente.-Dice Peter.

-Yo...-

-Eso sería genial, acepta.-Confirma Amy por mí, sus ojos azules me miran y no puedo resistirme, no puedo defraudarla.

-Bien, hasta que consiga otra cosa, trabajaré para ti.-

-Genial.-

 Miro la bandeja que no toque y notó que hizo tres cafés y compró facturas, algo se remueve en mi estomago, esto era lo que mamá hacía de desayunar justo después de, bueno, ya saben. Muerdo mi labio inferior y decido que no importa, que comeré y que nadie lo notará. Respiro y tomo el café, que huele mucho mejor que ese agrío recuerdo.

 Me lo llevo a los labios y doy el primer sorbo, Amy y Peter han entrado en una conversación pero no logro tomar el hilo de ella, me he quedado absorta en mis recuerdos.

-¿Y se fueron sin más?-Río Amy.-Que malo eres.

-Bueno, yo no tenía ganas de oírlos y los eche.

-¿A quiénes?-Pregunte algo distraída.

-Unos amigos de Amy.-Reí, seguramente amigos míos también, nadie podía con ellos. Esto es raro.

-¿Qué hiciste para que se fueran?

-Les dije que no eran bien recibidos.-Ambas nos quedamos mudas.

-¿Sabes sus nombres?

-Creo que uno se llamaba Eddie, o eso dijo.-Estallamos en risas ¿Eddie asustado? Dios.

  Seguimos hablando hasta que el café se acabo y Amy se acabó todas las medialunas sin convidar siquiera una. Peter dijo que debía irse a trabajar y beso la mejilla de su hermana y la mía, para mi sorpresa.

-Empiezas mañana.-Susurro en mi oído, y se fue.

-Él está siendo amable.-Dijo mi amiga una vez que había desaparecido.

-Sí, por ti.

-No, no creo que sea eso.-Sonrío.-Quizás le gustas, es decir, no en ese sentido... Quizás simplemente le gustas como amiga, ha empezado a entenderte.

-Anoche me pregunto por mis padres.-Susurro.

-¿Y qué le dijiste?

-Nada, claro.

-Sigo insistiendo en que debes hablar de eso alguna vez ¿Sabes?

-Ya lo hice contigo.

-No es cierto; escribirlo en un e-mail no es hablar. Te quiero pero realmente debes empezar a tratar ese tema, o va a perseguirte por siempre.

-Ellos me persiguen, y lo harán siempre.

-Lali, yo te amo y quiero lo mejor para ti ¿De acuerdo? Intenta ir a un profesional y hablarlo, mi hermano es psicólogo, quizás te haga bien.

-No hablaré con él de esto

-Podría recomendarte a alguien ¿Puedes hacerlo por mí?

-Bien... Por ti, lo haré.

 Continuará...

 ¡Hey, hola!

 Es cortito, perdón, pero voy a subir más seguido, lo juro :) Mañana rindo ¿Me desean suerte? ¿Si qué si?

 No estoy segura de que alguien siga por estos lados but no importa, yo seguiré escribiendo.

 Las extrañe mucho mucho ♥