Capitulo 18

   Extraño. 





   Así se sentía estar sentada en la mesa con la señora y el señor Lanzani, ambos me miraron apenas llegué con mi ropa de trabajo, ella parecía disgustada, el hombre no tanto. Me saludó con amabilidad, podía ver como sería Peter a sus 60 solamente con ver a su padre, ambos eran como dos gotas de agua. Amy me saludo rápidamente e intento hacerme sentir cómoda, Peter no se separó de mí en todo el rato. 

-Iré a ver si ya está la comida, Mariana, querida ¿Puedes venir a ayudarme?

-Por supuesto.- 

  Quizás quería matarme lejos de la vista de todos, lástima, hubiese sido gracioso ver como veían mis órganos a medida que ella los desgarraba. 

  Entramos a la cocina y la mujer abrió el horno para ver un pollo con patatas bien cocido allí, decidió que estaba listo. Me pidió que la ayudará con las ensaladas del refrigerador, obedecí sin decir mucho, recordando todo lo que había dicho en mi contra cuando estaba en el hospital. 

-Siento lo que paso la otra vez.-Al parecer pensábamos en lo mismo.-¿Sabes? Estaba preocupada, había oído cosas de ti que no me gustaron pero... Me gustaría darte la oportunidad de que me cuentes que sucedió, tal vez te entendería, ¿Por qué llegaste a esa situación?

-¿A la prostitución?-Cuestione molesta.-No lo elegí, no me gustaba, me obligaron. Es lo único que necesita saber.

-Oh.-Susurro, y bajo la cabeza.-No es lo que oí.

-Señora, yo oí que el mundo acabaría hace tres años y seguimos aquí, no debe creer en cada cosa que le dicen. 

  Ella alzó una ceja y se alejó sin decir mucho más, aún no le agradaba y no me sentía mal por eso, a mucha gente yo no le agradaba. No moriría por ignorarla el resto de mi vida, Amy me lanzó una mirada apenas llegué y Peter me indico que me siente junto a él, frente a mi mejor amiga y su madre.

-¿Así qué trabajas para Peter?-Cuestiono su padre.

-Así es señor.-Asegure.-Le ayudo con pequeñas cosas en la editorial.

-En realidad, ha descubierto algo que podría llevarnos a otro nivel, te lo aseguro. La compañía de Lali es de gran ayuda.-Baje la cabeza repentinamente ruborizada. 

  El almuerzo cambió de dirección rápidamente, hablaron de la recuperación de Amy y de los viajes que los padres de ellos estaban planeando hacer.  Mi amiga intento entablar conversación conmigo, y yo respondí sin mucho entusiasmo. Aún no lograba perdonar lo que había hecho.

-Lali, debemos volver.-Me dijo Peter mirando su celular.-En una hora llega el nuevo lote de manuscritos.

-Bien.-Tomé mi bolso y me despedí rápidamente de la familia, quería huir de ese infierno cuanto antes. 

-Lo siento.-Susurra Peter cuando estamos llegando al auto.-Ellos no fueron muy amables.

-No, no pasa nada, tu madre hablo conmigo e intento mejorar nuestra relación, y agradezco que nadie hiciera preguntas incomodas acerca de nosotros. 

-¿Nosotros?-Mordí mis labios nerviosas, sin saber que responder a eso.

-Ya sabes, de que llegáramos juntos, y que yo estuviera en un almuerzo con tu familia. Es extraño. 

-Si, un poco...-Tomo las llaves de su auto y juguetea con ellas.-¿Quieres hacer algo antes de regresar a la oficina? Tenemos tiempo aún.-

-Creí que habían...-

-No soy una persona del todo sincera cuando quiero huir de los almuerzos familiares.-

-Lo tendré en cuenta.-

-¿Y bien? ¿Qué quieres que hagamos? 

-Bueno, yo ya formo parte de este mundo raro de la responsabilidad, estoy sobria hace un tiempo, mi última fiesta fue hace algunas semanas, y visto este soso traje cada día... Ahora te toca a ti hacer algo de verdad divertido.

-¿A qué te refieres? ¿Crees que no puedo ser divertido?-Cuestiono alzando una ceja y mordiendo su labio inferior.

-Define diversión.-

-Ja, que chistosa. 

-Vamos, te mostraré algo. 

  Luego de casi media hora de viajar en el auto llegamos al lugar. Estaba abierto, Jimmy estaba sentado con su café y su típica ropa sucia, Peter no encajaba en ese lugar. Todos allí tenían el cabello y la barba larga, usaban expresiones que él no conocería jamás en su vida y creían que el mejor pasatiempo era drogarse en una esquina y gritarle a bellas mujeres, si, mi mundo no era la mejor opción para él. 

-¿Qué hacemos aquí?

-Aquí se entrena con kartings, no te hará mal un poco de adrenalina con seguridad. Iba a llevarte a andar en moto, pero la confiscaron hace unos semanas y... Es más peligroso.-Me callé al comprender que había hablado de más, mis dificultades económicas no eran algo de lo que el debiera preocuparse. 

-Así que kartings eh...-Dice dudoso.-Creí que ese era más deporte de niños ricos.-

-¿Lo has practicado? 

-No. 

-Pues ya ves como no. Eh, Jimmy...-Grite y él me miro con desconfianza unos segundos. 

-¿Lali?-Cuestiono.

-No estoy para bromas, Jimmy, quiero dos kartings, traje a un amigo. 

-¿Y esa ropa? Me gustabas más con los mini shorts.-Bromea, y Peter parece incomodo. 

 Jimmy tiene 40 años, esta calvo, gordo y vencido totalmente en la vida, su hijo Anthony fue muy amigo mio antes de marcharse a la universidad, y confió plenamente en ambos, ya que me acogieron cada vez que necesite asilo. 

-El precio de entrar al mundo comercial.-Bromeo.-¿Tienes dos maquinas o no?

-Por supuesto, entren. 

   No permití que Peter costeará el pasatiempo ya que era mi idea, y por supuesto que había guardado un poco para esto, estaba planeando venir hace tiempo, era la única actividad que tenía fuera del trabajo (Y antes, directamente la única actividad que tenía) 

-Lali...-Llamó Jimmy mientras otro chico explicaba las reglas de seguridad.-¿Qué sucedió con tus muñecas?-Pregunto inspeccionando la zona mientras rosaba su barbilla con su dedo indice, chasqueo la lengua, no parecía feliz. 

-Me caí encima de un espejo, realmente doloroso.

-¿Has vuelto a hacerlo, niña? Sabes que puedes...-

-En serio, no hablemos de eso ¿Si? Fue hace un tiempo y ahora estoy realmente bien, lo juro.-Bese su mejilla.-Gracias por todo. 

-Anthony te ha enviado saludos, vuelve en unas semanas de vacaciones.

-¿De verdad? Genial.-Respondí con real entusiasmo, echando atrás mi incomodidad. Con la ropa de trabajo podía cubrir mis muñecas aún cortadas, sin embargo, el equipo de seguridad que siempre usaba aquí era una remera mangas cortas y una calza de cuero, por supuesto con botas. No podía evitar las horribles cicatrices. Peter fingió que no las vio, aunque su mirada se detuvo allí unos segundos. 

-¿Listo?-Pregunte.

-Sí, ya me han indicado como usarlo.-Arquee una ceja.

-¿Puedes dejar el tono de jefe un momento? Gracias.-Me subí a mi vehículo y lo observé, dimos vueltos en círculos por la pista. No era una muy profesional, pero se manejaba a la perfección. 

  Cuando bajamos el cabello de Peter estaba alborotado, y sonreía, sonreía de verdad. 

-Ha sido fantástico.-Aseguro él.

-La moto hubiese sido mejor, pero fue genial. 

-¿Quieres que hagamos algo más así otro día?-Indago Peter acomodando su pelo.-

-Me encantaría.

-No sé si es mi estilo, pero si tu estás aquí será genial.-Me mordí mi labio y negué con la cabeza, él se acerco tan rápido como pudo y me beso.-Iré a verte esta noche.-Aseguro.-Ponte bonita. 

-Lo intentaré.

-No tienes que esforzarte.-Beso mis labios una vez más.-

   Luego de vestirnos volvimos a la oficina, él colocó su mano en mi cintura y no la soltó hasta que entramos, donde volvió a convertirse en mi jefe.

-Ya veo.-Dijo Miss piernas largas cuando entramos, le dirigí una mirada sin darle mucha atención.-¿Eres acaso la putilla de la semana?

-¿Qué dices?-Pregunte casi a punto de estallar de risa. 

-Pregunta a cualquier mujer de aquí, lo intenta con todas. Jamás duran más de una semana, se que ha estado tras de ti, solo te advierto.-Solté una risita.

-No hay nada entre nosotros, no te preocupes, no te quitaré el puesto de la putilla de la semana.-Su sonrisa instantáneamente desapareció y se volvió una expresión soberbia. 

    A pesar de no darle el placer de ver que me provocaba daño, yo en el fondo lo sabía, no tenía nada que ofrecerle a Peter, nada más que un cuerpo sucio y utilizado, y un rostro que estaba destruido por el alcohol y las drogas. No había nada especial en mí, pero no le importaba, porque en cuestión de una semana ya habría otra en mi lugar. Y yo pasaría a ser un recuerdo bago en su mente. 

    Tal vez Peter no era para mí. 

    O tal vez, eso era lo que ella quería que yo pensara. 

             Continuará... 


¡Hey, hola! Vengo escribiendo este capítulo hace un tiempo largo, pero no podía terminarlo, estaba algo seca de imaginación. Espero que le guste. 

Recomendación de la semana: http://www.wattpad.com/story/31653841-asignatura-pendiente

  Los leo en los comentarios, beso ♥

Abby 

PD: Desde ahora cada vez que suba capítulo recomendaré una novela, así que comenten las suyas! ♥