Capítulo 30

   Café.





  El timbre suena y la señora Garcia va a atender mientras yo comienzo a preparar el desayuno, Max está merodeando por ahí con la mantequilla y un pedazo de pan tostado. Me río porque no parece tener experiencia en algo tan fácil como untarla. Me mira con una ceja alzada y bajo la mirada, no quiero que note que me reía de él. 

—¿Qué?

—Nada, ¿Necesitas ayuda con eso?—Pregunto aún intentando no reirme. 

—Ja-ja, que chistosa.—Mira el pedazo de pan en su mano y lo extiende hacía mí.—¡Increible, puedo hackear un sistema de seguridad pero no puedo hacer mi desayuno! 

—No te preocupes, no todo el mundo tiene mis habilidades.—Le devuelvo su comida ya lista y me sonríe al tiempo que su madre vuelve. 

—Marianita, te buscan.—Dice con una sonrisa, algo dentro de mi se quiebra y tengo miedo. 

—¿A mi?—

—Sí, el mismo chico de la otra vez. 

  Mi corazón tiembla dentro de mi pecho, y siento como un tonto cosquilleo actúa poco a poco. Max me mira dudoso y se acerca a mí.

—¿Quieres que lo eche como el otro día?—Pregunta serío, el pedazo de pan parece haberse extinguido. 

—No, hablaré con él. 

—Si tienes problemas, llamame ¿De acuerdo?—Asiento y me quito el delantal, la escalera parece eterna mientras corro intentando controlar mi pulso. 

   Él está allí parado, mirando el porton electrico con demasiada concentración. No trae traje ésta vez, viene informal y casi es como otro joven normal. 

—Lali...—Dice con su aliento entrecortado, parece agitado así que me acerco a él sin decir palabra, esperando que recupere el aire. Supongo que corrió hasta aquí.—De verdad me alegra haberte encontrado aquí. 

—¿Qué quieres, Peter?—Me hubiese gustado sonar más dura, más firme en mi causa, pero él es la unica razón por la que sonreiría justo ahora, estoy sorprendida de que viniera a verme, pero más aún estoy sorprendida de las ganas que tengo de lanzarme a sus brazos justo ahora. Quiero besarlo, y decirle que lo perdono, que no me importa si no me apoyo cuando mi padre vino a buscarme, que puedo olvidarlo si él me da otra chance, quiero abrazarlo hasta que mis brazos se deshagan y decirle que lo quiero, aunque ni yo misma esté segura de eso. 

—Quiero que hablemos, por favor, ¿Vamos a tomar un café?—Miro adentro, las cortinas están cerradas.

—Peter, estoy trabajando.—Veo su cara de decepción, y suspiro, sé que él me hace mal pero no me importa, porque hay muchas cosas más que hacen mal.—¿Me pasas a buscar a la tarde? Termino a las cinco. 

—Claro, eh, si, si, por supuesto, si.—Sonrío, parece nervioso, y sonríe también. 

—Te veo entonces. 

  Subo arriba y mi corazón no para de latir, porque esto realmente no era algo que  yo me esperara. Pero lo necesitaba, necesitaba a Peter más que a cualquier otra cosa. 
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 Holis ¿Cómo están? Bueno, primero que nada, se me hace raro estar en el capítulo 30 y no estar terminandola jajaja creo que va a seguir por un tiempo más, pero estaba pensando en que la próxima novela sea algo diferente ¿Ustedes que dicen? n.n 

 En fin, me voy a escribir el 31

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PD: Perdón que este sea tan corto pero ps no inspiración para seguirlo ! 

PD2: Necesito urgente alguien que quiera colaborar con el twitter del blog, plis !