Capitulo 30

Perdón y más perdones por no poder subirles temprano:c Es que salí al centro con unas amigas y luego fui a comer a la casa de una amiga de mi mamá y así se me paso el día:c fghlkjgh. Nos leemos abajo

Capítulo 30

 Lali estaba desesperada, corrió a la recepción y le grito a la mujer, una cuarentona colorada y pecosa, que su hija había desaparecido.

-Por favor, mantenga la calma. ¿Cuál es su habitación?

-301.

-Tranquila, una enfermera llevo a su niña a control, es de rutina.-Comenta mirando su computadora.-Lo siento si la asusto. 

 Una mujer apareció a los pocos minutos con Alma, y su corazón volvió a latir.

-Perdón si no le avise, es que se veía agotada.-Le entrego a la niña envuelta en una manta. La destapo y miro sus ojos azules.

-Gracias.-Susurro, y volvió a meterse en su cuarto. Había sido solo un susto.  

                                   Peter. 

-¿De verdad la viste?-Pregunte a Marian tratando de no mostrar ninguna emoción.-¿Y qué tal?

-Am, se parece a la madre. Es pequeña, aunque tiene ojos azules.-Mordí mi labio.

-¿Sabes el nombre?-

-Sí, tienen uno de esos carteles de bienvenida en la puerta que decía Alma Yael Esposito.-

-¿Esposito?-

-Ajá, ¿Qué? ¿Querías que lleve tu apellido? 

-No, no, me sorprende por que ella no es Esposito, y creí que para este momento había cambiado su apellido.

-No quiero hablar de ellas, mi amor. Además estaban con un hombre.

-¿Qué?-Cuestiono algo alterado. 

-Sí, se estaban besando así que debe de ser su marido.-Se encoje de hombros.-Iré a hacer las compras ¿Vienes?

-¿Qué te dijo sobre la adopción?-

-No tiene más la fundación, a los cinco chicos que tiene los adopto.

-¿Cinco? 

 Solían ser 10, 9 luego de la muerte de Janet.

-Así dijo, así que no se... Bueno, me voy a comprar.

 Tan rápido como lo dijo desapareció.

Alma Yael. 

 Como me gustaría poder verla. Pero no puedo, por que si voy y veo a Alma y Lali, entonces no podré resistirme y mi corazón se romperá. Ellas están con otra persona ahora, tienen un padre y un marido que debe ser mejor que yo. Y yo estoy con Marian, que es todo lo que podría pedir.

  Yo no me merecía a Lali, lo entendí esa tarde. 

 Yo quiero un cuento de hadas, y tú no puedes dármelo. 

Ella es demasiado para mi, tiene dinero, tiene clase y yo soy solo un secuestrador que no puede siquiera mantener a su hermana cerca.

 El mismo tiempo en que no vi a Lali no vi a Susan, y poco me importa. No la extraño. No las extraño. Ellas son el pasado, y yo tengo que mirar al futuro. 

  Siento ruidos afuera, alguien golpea la puerta. Salgo hasta allì y veo a un hombre parado allí, no más de 24 años, tiene el cabello rubio y es alto, un poco más que yo. Tal vez es compañero de trabajo de Marian.

-¿Si?-Pregunto saliendo.

-Hola, estoy buscando a Peter Lanzani.-Arqueo las cejas, en un acto casi involuntario.

-Soy yo, ¿Sucede algo?-

-Mi nombre es William. Trabajo con Lali.-Su nombre hace que mi pecho se funda, su nombre es igual a dolor. 

-¿Y?

-No se si lo sepas pero tu hija nació ayer, y pensé que tal vez quería conocerla.

-Alguien que solo es compañero de esa mujer no se tomaría tantas molestias.

-Ella es mi amiga, y me importa. Creí que a ti también te importaría.-Toma algo de su cartera, una foto.-Es la primera foto de ella, aunque nadie sabe que existe.-Me la tiende, la tomo pero no me atrevo a mirarla.-Espero que hagas lo correcto.

-¿Y eso sería?

-Creo que tendrías que ir a verlas.-

-No creo que Lali quiera verme.-Espetó algo molesto, dandome la vuelta.

-Tu hija no tiene la culpa de lo que sucedió entre ustedes, ella no tiene la culpa de que la hallas embarazado y luego la hallas abandonado.

-¿Eso te dijo ella?

-Y por supuesto, la engañaste antes de eso.-Mordí mi labio inferior para controlarme.

-Ella debería haberse dado cuenta de que yo era así, no es mi culpa que sea tan estúpida.

-Si alguien era estúpido en esa relación, créeme, no era ella.-Se voltea pero retrocede sobre sus pasos.

-Ella abandono tu casa, y me pidió que te de esto.-Me entrega la llave.

-¿Te dijo que me traigas la foto de su hija también?

-No, en realidad no quería que supieras de tu hija.

-Yo no tengo ninguna hija.-Me meto a mi casa y veo la imagen de la pequeña.

 Es realmente preciosa.

 Y es suya.

 Es una Esposito. 

 Me dirigí a la cocina y tome el encendedor, puse la foto sobre el fuego y mire como la cara de la niña dormida desaparecía entre las cenizas.

 La puerta se abrió y Marian emergió con varias bolsas que contenían seguramente comida. Entra y me da un beso corto, apoyo mis manos en su cintura.

-Olvide pedirte que traigas una cerveza.-

-Te traje.-Sonríe.-Sabía que me dirías que lo olvidamos.

-Lo olvidé.-Corrijo. 

  Se ríe y me da una lata. Esta caliente así que la meto en el refrigerador. 

-¿Quieres que subamos?-

-Tengo que cocinar.-Objeta, tuerzo los labios a un lado.

-Puedes hacerlo después.

-Peter, no.

-Sí.-Intenta irse pero la sujeto más fuerte.-¿Por favor?

-No.-Se suelta y comienza a sacar todo de las bolsas.

-¿Qué harás?

-Pizza ¿No me pediste pizza esta mañana?

-Oh, si, lo olvide.-Sonrío y me siento en la mesada.

-¿Vas a ayudarme o que?

-No se me da bien la cocina, lo sabes.-

-Bien, entonces ve a ver la tele o a hacer algo. Me distraes.-

-No quiero ver la tele, quiero verte a ti. ¿No puedo?-Se acerca, me da otro beso, y vuelve a alejarse de mi.

-Estas loco.

                                              ¿Tienes ganas de hacer locuras?

Estas loco Lanzani.

Eso es una locura. Pero, todo en nuestra vida lo es. 

 Los recuerdos inundan mi mente, suspiro sin poder evitarlo y espanto los recuerdos.

-Oh, lo siento, no debí decir eso.-La miro.-Olvide lo de tu hermana.

 Al menos lo interpreto diferente.

-Esta bien, no te preocupes. Todo esta bien.-Le doy un beso.-Tal vez si deba ver la televisión después de todo.-Me alejo de ella y me tiro en el sofá de la sala, enciendo el aparato y Lali aparece ahí. No quiero verlo, pero no puedo cambiar de canal. 

 ¿Cómo esta la pequeña?-Pregunta el reportero, ella esta en la cama del hospital, nunca vi que una mujer permitiera entrar a la prensa.

 -Muy bien, Lucho.-Oh, así que lo conoce.-Peso 3.400 kg, y es muy pequeñita.

 -¿Cómo se llama?

-Alma Yael...-Se aclara la garganta.-Alma Yael Lanzani. 

   

 Continuará... 

Nope, Marian no se la había llevado a Alma dfglkjfg, la creyeron tan mala a Abi? Yo sí é.é Bueeeno, según me dijo, ella vuelve de sus vacaciones el martes, lo que significa que estarán sin novela el lunes y, según la hora que regrese, el martes:c Ya solo me queda un capítulo por subirlesD: