Capitulo 14

 Peter me tomo por sorpresa, me sentía acorralada. Sus manos se posaron en mi cintura y pego su frente con la mía.

-Realmente no puedo olvidarte, y quisiera odiarte por eso. Pero tampoco puedo.-Siento mi pecho cargado de aire, lo libero y siento un pequeño dolor allí donde el aire estaba.

-Peter...-

-No digas nada, por favor.-

 Lo miro a los ojos, pero ahora no veo a ese chico que ame. Veo al chico que estuvo con Lizzy ayer, veo al chico que me ignoraba, veo al chico que me lastimo. 

-No puedo estar contigo, Peter. Y ahora no es por el pacto, por quien murió o por la persona que creí mi mejor amiga.-

-¿Entonces?-Pregunto él sin dejar mi cintura.-

-Cometimos muchos errores, Peter. Y nos lastimamos mucho.

-¿Es por lo que paso ayer? 

 Sí, es por eso. Pero no me atrevo a decirlo, sus brazos me aprietan más fuerte, luego me sueltan y rodean mi cintura en lugar de tomarla. Siento ganas de llorar, agacho la mirada incapaz de decir palabra. Toma mi mentón y lo levanta hacía él. 

-No la quiero, no me pasa nada con ella. Quería que simplemente se alejará, y parecía ser la única salida. Estaba ebrio y...-

-No sigas, por favor.- 

  Me mira con sus ojos que parecen verdes bajo la luz de la cocina, se acerca a mí. Mi corazón comienza a enloquecer mientras sus labios y los míos están a cortos centímetros de distancia, roza su labio con el mio y luego me besa suavemente, atrapa mi labio inferior y lo muerte. Jadeo. Recordando todas las veces que me beso de esta manera, sensual y lenta. Intento alejarme de él pero mi cuerpo no me lo permite.

-Sé que me extrañas como yo te extraño.-Susurra contra mis labios.-¿Podemos dejar de alejarnos?-

 Me separo de él, de sus labios y de sus manos. 

-No puedo confiar en ti otra vez.-

 Me mira, atraviesa la habitación y se acerca a mí.

-No vas a decirme que no otra vez.-Me besa nuevamente, haciendo a todo mi cuerpo reaccionar.No quería alejarme de él en mi vida, pero tenía miedo. Miedo de que me lastimará.
-¿Cómo sé que esta vez no va a acabar todo mal?
-Dame una oportunidad, voy a demostrarte que todo estará genial.

 Agacho la cabeza.

-¿Me das un tiempo para pensarlo?
-Claro, tienes como unos diez segundos.-
-Peter.-Me quejo riendo.-
-Bien, bien, voy  a esperar pero... No tardes.

 Rodeo la mesada y voy hacía la cocina, es una especie de pasillo estrecho. Contra la pared están la alacena, la heladera y la cocina y unos tres o cuatro metros en frente hay una barra larga que funciona como mesa y desayunador. Peter esta sentado del otro lado de esa mesa.

 Tomo las bolsas y comienzo a sacar todo lo que voy a necesitar.

-¿Trajiste todas esas cosas?-Pregunta Peter mientras mira la cantidad de fuentes y utensilios de cocina que hay.
-No, creo que fue Alec quien las compro.-Peter busca algo entre las bolsas y saca un paquete de galletas.
-¿Cuándo las compraste?-Cuestiono quitando una del paquete.
-Mientras tú no veías.-Sonríe y mete una a su boca.

  Tomo los dos paquetes de harina y los vierto en un bol, Peter se acerca a mí y se coloca a mis espaldas, provocando una extraña sensación en mi estomago.

-¿Me enseñas a cocinar?-Pregunta en mi oído, asiento.
-Se le pone sal y aceite.-Digo nerviosa mientras vierto ambos contenidos junto con la harina y luego amasas.-Tomo sus manos y lo ayudo con el movimiento.
-¿Y ahora?
-Se deja en la mesa y se estira.-

  Sus manos estaban tibias, debajo de las mías parecían grandes. Peter reposa su cabeza en mi hombro haciéndome temblar, besa mi mejilla.

-Trae la fuente de horno.-Pido nerviosa, obedece y la deja junto a la masa. Comienzo a cortarla en pedazos y luego la coloco en la fuente.
-Tienes que estirarla.-Aclaro, lo ayudo otra vez. Aunque sé que es solo una excusa para tocar sus manos de nuevo, lo suelto y dejo que continúe solo.-Agrega harina, tiene que quedar más consistente, no tan blanda.

 Toma el paquete y obedece, luego toma un poco más en su mano.

-Es suficiente, Peter.
-No era para la pizza.-Sopla la harina en mi cara, tiro un manotazo pero sé que no le pegue. No puedo ver, por que la harina tapa mis ojos.
-Eres tan idiota.-Me quejo riendo, busco el paquete con mis manos y tiro harina sobre su cabeza. Con mi manga limpió mis ojos.

 Olvidadas las pizzas, la cocina se convirtió en el centro de combate de una guerra de harinas.

 Me oculte tras la mesa y evite un poco, él tenía un paquete de harina recién abierto  y yo tenía otro con la mitad del contenido. Peter desapareció.

-¿Dónde estas, Lanzani?-Pregunto yendo hacía la sala, toma mi tobillo y me arroja hacía el suelo, caigo sobre él.
-Me encontraste.-El paquete de harina esta tirado por todo el suelo, ambos estamos sucios.-
-Así parece.-
-¿Estaría muy mal si te beso ahora?
-¿Quieres un beso con sabor a harina?-Él sonríe.-
-Pues, sería algo nuevo.-Niego con la cabeza.-
-Voy a bañarme, Peter.-
-Te acompaño.-Arqueé una ceja.-¿Qué? Ahorramos agua, ¿Acaso no quieres ayudar a la humanidad?
-Mmm, prefiero no bañarme, estoy bien.-Me levanto, pero vuelve a lanzarme sobre su pecho.
-Ambos sabemos que no es así.-Me besa, otra vez, hasta que nos quedamos sin aire.
-¿Me dejarás levantarme, o me quedaré aquí toda la noche?-
-No tengo nada mejor que hacer.-

  Siento su mano en mi espalda, descendiendo. La freno y vuelvo a subirla.

-No tendrás suerte esta noche, Lanzani.-

  Me alejo de él y voy a la cocina, me sigue y se sienta frente a mí apoyando los codos sobre la mesa y sus manos en su cara en una posición tierna e infantil. Muy diferente a la que tenía hace algunos segundos.

-Tu nombre debería ser Mariana Aguafiestas Lanzani.-
-Mi apellido es Esposito.-
-Sólo por ahora.-Niego con la cabeza y le pongo salsa a las pizzas, el celular de Peter suena.

-¿Hola?-Dice atendiendo, sus ojos siguen en mí.-Am, no lo siento. Claro, en casa. Ajá, adiós.

 Me siento incomoda pensando que se trata de Lizzy, pero es la única explicación que se me ocurre.

-¿Era Elizabeth?-Pregunto, por que Lizzy suena extraño ahora.-
-Sí...-
-Ah.-Volteo y colocó las pizzas en el horno. Salgo de la cocina y voy hacía mi cuarto, necesito una ducha.

 Todo lo que paso antes fue solo una alegría instantánea, ella llego como siempre a arruinar las cosas.

-Lali, nada paso entre nosotros.-Dice Peter, volteo. No lo había escuchado entrar.-
-Esta bien, Peter. No debes explicarme nada, si paso y lo sé.-
-¿Alec te lo dijo?-
-Sí.-
-Él nos vio en una situación extraña, pero nada paso entre nosotros.-

  Me encogí de hombros.

-En serio no tienes que excusarte, nosotros ya no somos nada. En realidad, nosotros jamás fuimos nada.-
-Pero estuvimos cerca.-
-¿Lo estuvimos?
-Más de lo que crees.-Camina hacía mí, pero lo detengo con mi mano.-La ultima noche que estuvimos juntos, en tu casa... Yo iba a decírtelo, iba a pedirte que seas mi novia. Antes de que Emilce...
-¡No la nombres!-Grite fastidiada y dolida, sentía como las lágrimas recorrían mis mejillas.
-Ella apareció, y bueno... Todo se salió de control.
-¡Tú tenías novia! ¡Y ella murió por nuestra culpa!
-Cuando te conocí deje de hablar con ella, pero no me anime a decirle que no quería que sigamos juntos... Me llamaba y no la atendía, le envíe un mensaje diciendo que necesitaba tiempo pero jamás respondió. Y esa noche, esa ultima noche, yo había terminado con ella definitivamente. Iba a decírtelo cuando apareció.
-Peter... No quiero que me sigas lastimando.-
-¿Eso es lo que crees que hago? ¿Te lastimo?
-Eso es exacto lo que haces.-
-Tú también me lastimas, más de lo que crees.

 Salió de mi cuarto, dejándome sola. Y en ese momento lo supe, él no era para mí. Peter debía quedar fuera de mi sistema.

 Continuará...

 Estoy apurada, así que no hay preguntas hoy XD


¡Comenten!

Abii