Capitulo 16

Holaaaaaaa, tengo 2 recomendaciones:   http://pinipomlaliters.blogspot.com  y http://algodistintolaliter.webnode.es  :3 Pasen.

Ok, hoy vine más anormal que ayer. ¿Recuerdan que escribí el 17 antes que este? Bueno ahora resulta que escribí el epilogo, pero no el final. Osea, estoy cambiando las reglas de como escribir jajajaja la próxima va a venir la reconciliación y después la pelea XD No se, estoy mal n.n

 Amm las que quieren agregenme a facebook: www.facebook.com/karenabril13 pero por favor, ignoren que me llamo Karen. No me gusta, y bueno, alguien más me hizo el face ¬¬

asdasda me aburro, así que va el cap

Respuesta: Chari. Mi perro no quiere jugar conmigo, digamos que se emociona mucho con mis fotos de Peter, no termina bien nunca y yo me quedo sin fotos. ¿Se entiende mi odio ahora? ¬¬

     
       Capitulo 16


Tanto Gaston como Peter se levantaron alarmado al oír un ruido desde el cuarto de Susan, su hermano corrió tan rápido como pudo hasta las escaleras de arriba.

-¡Aléjate! ¡Fuera!-Gritaba Susan al aire con algo en su mano, Peter la miro bien. Un cuchillo.
-Susan, calma, estoy aquí.
-¡Tú! Vete.-Le grito a Peter, este la miro atónito. Ella jamás lo había tratado mal, lo veía como a un ángel.
-Su, soy Peter.-
-Eres un demonio, yo lo se, mi hermano murió y tú me haces creer que eres él.-El brillo en los ojos de ella no parecía ser señal de nada bueno.
-¡Llama al hospital, Gaston! ¡A cualquiera!-
-Lo sabía, ¡Quieres internarme! ¡Quieres llevarme lejos!-
-Claro que no, bebe, ven...-Le extiende su mano pero ella en un rápido movimiento del cuchillo lo corta, Peter ahoga un grito de dolor.-¡Dame eso, Susan! ¡Es peligroso!
-Él me lo dijo, tú no eres real.-Otro corte en la mano de Peter, esta vez si grito.
-¡Gaston, mierda, llama a un médico! Susan, dame el maldito cuchillo de una vez.
-¡Qué no! Quieres tenerme desprotegida, para torturarme.
-Claro que no, soy yo, soy tu hermano, no puedes desconfiar de mi.-Una lágrima cayó por el rostro de él.-Por favor Susan, soy el único que puede cuidarte.-

  Al ver que era peligroso que tuviese un cuchillo, así que tomo la decisión más difícil. Se arrojo sobre ella y se lo quito, Susan comenzó a llorar acorralada contra su cama, se puso en posición fetal mientras sollozaba.

-Susan, mírame, por favor, soy yo...-Intento acariciarla pero ella se giro.
-Escucha, pasa lo que pase yo te amo ¿Si? Y siempre voy a amarte.-Se apresuro a decir, sabía lo que seguía.


 Sirenas. Paramedicos. Susan lloraba. Peter lloraba. Le grito que la amaba. Ella le dijo que lo amaba también. El hospital. Los doctores. Ataque de pánico. Medicamentos. Más médicos. Él le dijo que la amaba. Ella respondió que lo sabía. Que por eso lo amaba también.

 Tuvieron que amarrarla a la cama, mientras ella gritaba que era inocente, que el juez no sabía nada  entre otros delirios. Peter agacho la cabeza, no creyó volver a verla en aquel estado. Su hermana estaba tan débil, tan inofensiva y él no podía hacer nada... Él no podía protegerla como siempre lo hizo.

 Se sentó a esperar, sentía como todo parecía derrumbarse.  Otra vez.

   Comenzó a recordar, la primera vez, el accidente, el hospital, los médicos. Todo volvía a suceder.


  Los pasillos del hospital estaban desiertos, mi reloj de pulsera apuntaba las tres de la mañana. Corrí donde el médico, quién me esperaba en la puerta de la sala 455. Me miro por unos segundos.

-Tiene un problema, hay que operarla.
-Bien.
-La operación no es el problema... Es el costo de la operación lo que costará. 


 Hundió su cabeza entre sus brazos, llegando a sus rodillas. Durante cada noche los últimos años había pensando que eso podía suceder, un ataque fuera de lo normal que él no pudiera controlar. Sólo esperaba, sólo deseaba, que ella pudiera salir de eso. Como siempre.



 En su casa Lali oyó gritos desde abajo, gritos desgarrados, gritos que no profesaban nada bueno. Corrió tan rápido como sus pantuflas se lo permitieron, vio a su tío Sam allí parado y adolorido.

-¿Qué sucedió?-Pregunto corriendo hacía él, noto sangre en su hombro.
-Me dispararon. Un asalto, algo al azar.-Se excuso.
-Te voy a llevar al médico, dame un segundo que me saco el piyama o me pongo algo arriba.-Se apresuro a subir y vestirse tan rápido como le fue posible.
-¿Por qué no le dijiste?-Protesta la madre de Lali.-Puede ser grabe.
-No, no, esta bien, la herida del hombro es lo único que duele ahora.
-El corazón de mi hija es lo que va a doler.-Protesta su padre.-Tenes ahora que decirle lo que sabes.
-No le va a gustar, ni a ustedes perderla.
-No la vamos a perder... Pero tienen que hablar.
-Hablaremos luego, ahora la dejaré acompañarme.-
-Realmente, esto no puede quedar así...-Hablo Marío mientras su hija bajaba a toda prisa las escaleras.
-¿Te duele mucho tío?-Pregunta Lali urgida, con el cabello desordenado atado en una coleta que aún así le sentaba bien.
-No, no tanto pero la bala esta adentro y realmente me molesta y duele si me toco.
-¿Cuando fue?
-Hace un rato, pero tu tío tiene huesos de acero...-Ella lo toma del brazo sano.
-¿Qué esperas? Súbete al auto.

 Continuará...

¿Qué descubrió Sam? Hay muchas que ya lo saben :3

 Es cortito, pero es que tenía que ser así si o si. Ahora, se vienen cosas que las van a sorprender, lo juro.

Besooooooos

Abii