Capitulo 5

 Moví mi cuerpo intentando liberarme de su agarre, aunque era inútil ya que era mucho más fuerte que yo. Me aparto otra vez pero entonces él coloca una de sus piernas entre las mías.

-Peter-Logro murmurar, cierra sus ojos y me abraza. Muerdo mi labio, es muy tierno cuando es tan idiota. Gira mi mentón con su mano y me besa, intento apartarlo pero me sostiene.-
-¡Basta!-Le grito 

-Tú basta, me vuelves loco ¿No te das cuenta?-Me grita furioso-¿Por qué tienes que comportarte así?-Lo miro incrédula de lo que acaba de decirme-

-¿Yo? ¿Yo? Tú eres el idiota que me trajo aquí, no me deja ir y encima me besa-Pasa sus manos por su cara-

-Tienes razón, no debí-Sale del cuarto  y cierra la puerta de un portazo. Sus cambios de animo ya estaban por enloquecerme.

  Miro hacía afuera, hace un día precioso y yo prisionera aquí dentro, en la casa de un loco psicópata que esta volviéndome loca. Me levanto enajenada, yo no estaré aquí mientras él anda por ahí comportándose como un lunático. Me deslizo fuera de la cama y salgo del cuarto, caminando a través del corredor, me pregunto si sería demasiado erróneo visitar las cinco puertas aún desconocidas para mí. Al final decido bajar, evitar los gritos de Mr ogro es lo más razonable en este momento.

 La cocina esta silenciosa, entro y abro la heladera colmada de olor a desodorante en un funcional intento de apocar el olor producido por tantos años sin uso. Doy una mirada a todo lo que hay y encuentro solamente una lata de paté, una bolsa de papel reciclado que supongo tiene lo que me dio en el sándwich hace un rato, una caja de leche, tomates y lechuga. Nada que abra mi apetito a estas horas, cierro la puerta de la heladera y me siento en la mesa pequeña y redonda. Esta situación se torna un tanto aburrida, aunque no tan desesperante como la primera.

 La puerta detrás de mí se abre lentamente, giro y veo a Peter preocupado.

-¿Has hablado con alguien?-Pregunta desesperado, lo miro desconcertada.
-No, ¿Qué ha pasado?
-Vienen hacía acá, vienen a buscarme-Manifiesta alarmado-
-No, no pueden... Tenemos que huir o escondernos-Articuló igual de sobresalta que él.
-Escondernos-Repite de repente pensativo-¡El desván!-Anuncia-Esta prácticamente oculto, ven-Toma mi mano y me acarrea hacía el segundo piso, entramos por la sexta puerta donde hay muchas cajas apiladas, maletas viejas y ropa tirada. Alza su mano hasta una cuerda casi transparente y una escalera se desliza hacía abajo, toma mi mano y ayuda a subir. En cuanto estoy sentada lo veo subir y cerrar, haciendo que el escondite sea prácticamente invisible. Respiro con algo de dificultad y observo el lugar, es pequeño, tanto que no podremos mantenernos parados o acostados. Simplemente hay que permanecer sentados y esperar a que ellos registren todo y se valla.

-¿Dejaste algún rastro tuyo abajo?-Demanda saber con los brazos en su cabello-
-No traje nada, ¿Lo recuerdas?-Asiente y se recuesta contra una pared manteniendo sujetas sus rodillas a su pecho.-
-No quiero ir a prisión-Confiesa acongojado-
-No dejaré que te lleven-Sostengo su mano-Aunque seas un ogro idiota, no dejaré que te lleven... Ahora, haz silencio-Él sonríe apenas, y asiente, esta vez tomo su gesto como uno de agradecimiento. Siento ruidos debajo, las puertas se abren de par en par y gente entre ruidosa e intrépida, con la labor de encontrarnos y llevarse a Mr Ogro lejos. Aprieta mi mano y cierra sus ojos asustado.

  Los ruidos se acercan al piso, oímos abrir varias puertas hasta que el sonido llega al cuarto que estaba debajo de nuestros cuerpos, tanto Peter como yo intentamos mantener el silencio a pesar de nuestros corazones agitados. La gente entra, hace algo de ruido y luego sale. Los policías abandonan el cuarto. Siento mi cuerpo calmarse, y puedo notar a Peter más tranquilo también.

-Gracias-Articula en silencio, sonrío en respuesta y me quedo quita otra vez.

 Medía hora después todos se han ido, las patrullas se alejan y todo vuelve a su silencio.

-¿Cómo supiste que venían?
-Celeste, una amiga, me aviso... Ella debe estar por venir-Declara mirando los daños de la casa, muchos objetos en el suelo, puertas forzadas y paredes manchadas.
-Bien-Golpean la puerta, se apresura a bajar y yo lo sigo un poco detrás para conocer a su amiga, sus ojos se iluminan al verla, lo que me hace entender que tal vez no solo los une una amistad.
-¡Celi!-Expresa feliz dando un abrazo a la joven-
-¡Pipu!-Entra y entonces la veo, mis ojos no dan crédito a la situación: Celeste, la más odiosa amiga de mi hermana esta parada ahí mirándome raro.
-¿Y esta?-Pregunta con aires de grandeza-
-Es la chica que te dije-Ella se rasca la garganta y me mira-
-Hola Mariana-Se acerca a mi peligrosamente-¡Tanto tiempo!-
-Celeste, creí que había tenido la suerte de que te borres del mapa-Peter giro los ojos entre ambas, pero no presté mucha atención. En lo único en que pensaba era en mis puños conociendo su cara.
-¿Se conocen?-Cuestiona Peter-
-Sí, y su padre no va a pagar... Olvídalo-
-Claro que sí-Gruño con mis dientes apretados-
-¡Ja! ¿Tu padre?-Dice sarcástica-Tú y tu familia jamás le importaron.
-Cállate-Le espetó molesta.
-Si, Celeste es mejor...-Intenta mediar Peter, pero ella lo calla con un movimiento de su mano.-
-¿Sabes quien es el padre de esta chica? Un golpeador-Agacho la mirada al saber que es cierto-Le pegaba a su madre y a su hermana ¿Y sabes qué? ¡Era un maldito y asqueroso violador!-Me grita en la cara, con los ojos lagrimosos.
-Eso no es cierto-
-¿No lo es? Tu hermana me lo dijo, tú no quisiste escucharla y vino a hablar conmigo... El cerco que tienes como padre la golpeo y luego la obligo a desvestirse, y le hizo de todo ¡Asco debería darte!-Comienzo a quedarme sin aire, todo gira y no puedo respirar. Lo único en lo que pienso es en mi hermana, mi niña, siendo tocada por... No, eso no podía.

De repente me siento flotar y luego nada.

 Abro los ojos y veo a Peter a un lado, sosteniendo mi cabeza. Pestañeo un poco e intento levantarme.

-¿Qué paso?
-Un desmayo, sólo eso...-Asiento y me siento-¿Estás bien? He enviado a Celeste a casa, es una tonta ella no...-
-Esta bien, puede que sea verdad.-Las lágrimas comienzan a salir sin que sea capaz de controlarlas, acepto los brazos de Peter que se aferran a mí. En este momento, los necesito.
-¿No lo sabías? Lo que tú padre...-
-¡Claro que no lo sabía! Ya lo habría denunciado, jamás hablaría con él o de él si hubiese sabido lo que...-No pude terminar la frase, me envolvió un poco más y sólo pude sollozar a su lado, hasta que me dormí.

 Desperté en el cuarto de la hermana de Peter, él estaba a mi lado acariciando mi cabello. Me recordó a la primera noche, en su casa, cuando me dormí por sus caricias.

-¿Estás despierta?-Susurra en mi oído, abro los ojos y sonrío.
-Hola-Articule.
-¿Estás mejor?-Los recuerdos de la noche anterior llegan a mí y mi sonrisa se desvanece.
-No lo se, creo que prefiero no hablar de eso.-Asiente y se recuesta a mi lado.-
-¿Por qué me estás ayudando?-Tuerzo mi boca en un gesto.
-Si me dices porqué asaltaste el banco te diré.-
-Es complicado... Pero te diré.

 Continuará...


 Holaa, ¿Cómo están? Yo no muy bien, la verdad que me acabo de pelear con todo el mundo, creo que estoy algo sensible y mi familia no es NADA comprensiva, creo que todos me odian y odio a todo el mundo. No se quien soy, no se que soy y ahora estoy... Mal y con un fuerte golpe en la cabeza.

 Realmente no es un buen día para mi, y les quiero pedir disculpas por adelantado si mañana no puedo subir, no pude escribir y no se si me va a dar la cabeza ¿Si? Lo siento mucho.

 Sepan que las quiero.

Abril

PD: La chica que era psicologa ¿Te molestaría pasarme tu mail o facebook, o algo para poder contactarte? Realmente estoy pidiendo hace mucho a mis padres que me lleven con una psicologa y no lo hacen, creo que tienen cosas más importantes que yo en este momento.

Pregunta: ¿Alguna vez sintieron como si su vida no tuviera sentido? Yo si, ahora.