Capítulo 11 {Give me a Chance}
{Lali}
Peter acariciaba suavemente mi hombro
mientras yo intentaba taparme con las sábanas todo lo que me era posible. Mis
mejillas se sonrojaron al recordar lo sucedido y escondí mi cabeza en la línea
de su cuello.
—Bonita, ¿qué te pasa? —pregunto
delicadamente intentándome sacar de mi “escondite” — ¿Sabes? Te voy a confesar
algo: lo que primero me llamo la atención de ti es cuan malditamente inocente
eres, eso te hace más hermosa, si eso es humanamente posible.
Lentamente comencé a subir mi cabeza
para quedar a la altura de su rostro y mirarlo directamente a los ojos.
—Gracias por ayudarme, a tu manera,
pero ayudarme al fin —dije con una sonrisa impresa en mi rostro mientras
comenzaba a acariciarle las mejillas, mentón, para depositarle un suave beso
justo en el punto del pulso—. Eres hermoso… y como amante aún mejor —, le
susurré mordisqueándole el lóbulo de la oreja. Él gruñó y se tomo unos segundos
para tranquilizarse. Me agarro de las caderas para que no me moviera y quede a
horcajadas sobre él.
—Eres hermosa… —hablo mientras
delineaba el contorno de mi cadera —. Pero debemos aclarar un par de cosas, ¿no
crees? Supongo que tienes muchas dudas, puedes preguntarme lo que se te venga a
la cabeza.
—Cuéntame más sobre Angie; por qué
ella te pidió que me enamoraras y eso.
—Ella estaba muy preocupada por ti.
Desde lo que paso con Pablo, no salías, no querías conocer a gente nueva, y
empezó a querer hacerte de amistades. Cuando supo que yo estaba de vuelta en
Argentina, pensó que sería una buena idea que te relacionaras conmigo, para que
volvieras a creer en el amor. Pero, lo que ninguno de los dos pensó, es que
volverías a creer en el amor, pero cuando me volviera a Italia sufrirías otra
vez.
Me removí incomoda, intentando
acostarme a su lado; la realidad me había caído como un balde de agua fría.
— ¿Tu… tú debes volver a Italia?
—pregunte con el corazón en un puño
—Sí, tenía planeado hacerlo, pero no
lo voy a hacer. Me quiero quedar aquí contigo, quiero tener planes a futuro
juntos.
Mis ojos brillaron con anticipada
emoción y me tire encima de él, literalmente, riendo como loca y soltando
algunas lágrimas de alegría.
—Gracias… por aparecer en mi vida
—susurre sinceramente.
Su mano comenzó a moverse a lo largo
de mi espalda, tranquilizadoramente, mientras me susurraba cosas tiernas al
oído y besaba mi coronilla. Mis pechos estaban aplastados contra su torso
desnudo, y yo estaba muy consciente de aquella situación.
— ¿Me das una oportunidad para que me
ames, preciosa?
—Tienes la cantidad de oportunidades
que desees, Peter—. Mi corazón dio una voltereta feliz y yo supe que este era
un nuevo comienzo. Ahora si podría ser feliz.
— ¿No te importa que te haya mentido?
¿Y Martin? —Preguntó con preocupación
brillando en sus ojos—. Porque, como ya sabes, yo lo tengo a Martín. ¿No te
importaría andar con alguien que ya es padre?
Solté una carcajada por cuan estúpido
sonaba eso.
—No me importa que me mentiste,
porque lo hiciste por algo que creíste justo. Pero de aquí en más no quiero ni
una sola mentira, ¿de acuerdo? Siempre con la verdad—. Peter asintió
rápidamente con la cabeza y yo le bese la punta de la nariz—, y Martin es
hermoso, lo quiero muchísimo y no me importa que tengas un hijo. ¿Cómo alguien
podría no querer a Martin? Supongo que nos llevaremos muy bien con tu pequeño
—, repentina emoción burbujeaba adentro de mi cuerpo —pero… ¿qué pasa si Martin
no me acepta? ¿Y si no me quiere? —Dije aterrada de que eso sucediera.
—Martin ya te adora, y más te va a
adorar cuando seas mi novia, porque algún día vas a ser mi novia, preciosa. Y
no falta mucho para eso—, me guiño un ojo divertidamente.
—Vamos de a poco. Ahora, ¿me puedes
volver a besar?
Peter comenzó a depositar pequeños
besos húmedos por mi rostro, en el valle de mis pechos y a lo largo de mi
vientre.
— ¿Te dije que sabes riquísimo?
—murmuro repentinamente al tiempo que me daba vuelta para que quede debajo de
él, tenía todo su peso apoyado en sus codos para no aplastarme. Una de sus
manos se dirigió a mis muslos, mientras la otra rasgaba el papel de metal que
se encontraba sobre la mesita. Arañe su espalda y un gemido salió de la parte
posterior de mi garganta. Él me beso dulcemente mientras aceleraba el ritmo de
sus envestidas.
—Tendremos un final feliz, lo
prometo—, dijo cayendo exhausto y sudoroso sobre mí —Martín, nuestros hijos, tu
y yo.
________
No firmaron mucho pero no estaba segura de que podría subir el capítulo más tarde, asique me asegure:D ¡ÚLTIMO CAPÍTULO! Ahora solo falta el Epílogo, si firman mucho se los subo por la tarde o madrugada, de lo contrario será mañana :c
Yami
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ES EL ULTIMO?? ME ENCANTO!!
ResponderEliminarMe encanta!!! Ya quiero el epilogo por favor!!! Un beso
ResponderEliminarCony
Quiero el epilogo porfiii
ResponderEliminarM
ResponderEliminarA
ResponderEliminarS
ResponderEliminarnooooooooooo se pasan en amorosos
ResponderEliminarbesos
otrooooooooooooooooooo :))
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
ResponderEliminarAngy... =)
Epílogo
ResponderEliminar