Capitulo 28

Holaaaa, miren que soy buena... les subo otro capitulo. Bueno en este capitulo llore y odie xD si, si, si aunque no lo crean.
Se que odiaran a Cathe en este capitulo, yo igual la odie xD
Bueno nada eso... Los otros vienen peores.. A veces me vuelvo mala como Abii

   Comencé a caminar despació, subi por las escaleras para no hacer ruido, tenía tacos por lo que mis pasos podían oirse en todo el lugar, el aire se acumulaba en mi pecho y mis nervios estaban más que presentes. Luego de un gran rato de subir escaleras, bastante exausta debo decir. Camine hacía la oficina, entonces lo oí, gritos, gemidos de mujer y de... De Peter. Mi corazón se callo al suelo, sentí como si me hubiesen pisoteado. Mis pasos hasta la puerta fueron lentos, desconfiados y con los ojos inundados de lagrimas. Abrí la puerta y los ví, Cathe estaba en el escritorio. En mi escritorio. Peter sobre ella, ambos desnudos. No puedo describir la decepción que tengo, no notaron mi presencía hasta que un gemido se escapo de mis labios, la congoja y el llanto no tardaron en aparecer. Peter me miro
-La...-Susurro, los labios de Cathe se curvaron en una sonrisa

 -Perdón... No quería interrumpir-Susurró, me seco una lágrima y corro escaleras abajo, tropece varias veces y me lastime un poco, pero el dolor fisico no era nada comparado con lo que me dolía la escena que acababa de presencíar. Llegue al auto de Cande con gran velocidad, me subí a él 

 -Arranca, ahora. Y no preguntes-Le grite. Me apoye contra el cristal y trate de dejar mis lágrimas dentro de mí. Había creido que era un error, habia intentado pensar que era un malentendido, habría jurado que confiaba en él y que jamás me haría algo así. Pero lo había visto con mis propios ojos. Peter Lanzani me había traicionado. 

 -Volve a tu casa o con Vico, o donde sea que estabas, Can. Yo voy a estar bien-Miento, se que lo hago, pero no quiero arrastrar a ella conmigo 

 -Tenes helado en el congelador-Me recuerda, le doy una pequeña sonrisa y me voy. Subo corriendo a mi departamento, a mi lugarcito. Todo se había acabado, claro que tendría que seguir viendolo. Somos vecinos, no iba a abandonar mi casa por él. También estaba el dúo, no podia renunciar antes de comenzar, Edgar confiaba en nosotros. La publicidad ya estaba hecha y habiamos grabado algunos temas, además ya teniamos algunos fans. No podía dejar todo por él, no valía la pena. Yo puedo, claro que puedo.
 Comencé a llorar recordando todo, un maldito mes juntos y ya estaba haciendome esto. Yo confiaba en él, le entregue mi corazón, me enamore de él pero solo logre decepción, triste decepción. Mis lágrimas se acumulaban, tome el pote de helado y me tire al sofa azul, no prendí las luces. Necesitaba estar sola, a oscuras y en silenció. 
 Peter Lanzani, aquel que yo creí que mi principe azul, aquel que fue el protagonista de mi primer libro, aquel que me ayudo a cumplir mis dos sueños. Ese hombre que yo creía perfecto, que me había liberado, que me había enseñado lo que es la felicidad real... Me había traicionado. Respire profundo, varias veces. Sono el timbre.
 

-Andate...-Grite, sabía que era él 

-La, por favor, hablame...

 -Si, era él

 -¿Tan rápido lograste vestirte y abandonar a la otra? 

-Mi amor, por favor, hablemos... 

-¿Tenes una excusa? Porque los ví con mis propios ojos-Oí un ruido extraño, un golpe, o bien se había sentado o le había dado un puñetazo a algo. 

-No, no tengo. Pero te juro que no... No se que estaba haciendo, corazón. Fue muy extraño, no se en que estaba pensando. Sabes que te amo y que jamás quise llegar a esto

 -Dijsite que me amabas, que ella no te interesara. ¡Estaban en mi escritorio! ¡En el lugar que tengo que usar cada mañana!-Le grite enojada y llorando incontrolablemente 

-Lo se, y no merezco que me perdones, pero quiero que sepas que siempre, siempre te ame y siempre lo voy a hacer-

 -Mentira, si me amarás no lo hubieses hecho...

 -La 

-¿Por qué, Peter? ¿Por qué lo hiciste? Pensé que realmente eras felíz conmigo, pensé que me querías y que querías que estemos juntos

 -Quiero que estemos juntos-Su voz se quebro, creo que también lloraba-No se por que lo hice, ella simplemente empezó a llamarme hace unos días y al principio me negue, seguía molestandome y entonces pensé que si le daba lo que quería talvés dejase de molestar. Esperaba que así fuera. 

-Claro, y yo no me enteraría, verdad?-Reclame llorando aún más, esas palabras fueron lo peor que pudo haberme dicho-Querías estar tranquilo con la cornuda de tu novia y la puta de tu amante.

 -No me digas eso-Andate, Peter, dejame sola 

-Abrime, La, no me voy a ir. Si es necesario voy a quedarme a domir acá afuera 

-Andate, por favor... No sigas lastimandome, ¿Si? Si me queres un poquito 

-Te amo

 -Si me amas entonces dejame tranquila, no vuelvas a hablarme. Va a ser muy difícil, pero te voy a olvidar. Tendré que verte todos los días, en la oficina, en el ascensor talvés o cuando trabajemos juntos en el dúo pero si tengo que olvidarte lo voy a hacer. Yo nunca voy a perdonarte esto. 

-Te amo...Adios-Me dice en un susurro algo acongojado, sentí sus pasos a alejarse y entonces comencé a llorar peor, sin contenerme.
 

Muchas veces había escrito sobre esto, sobre traicion. Usualmente Lali perdonaba cuando se lo hacían, siempre creí que llegado el momento si alguna vez lo vivía también podría perdonar, pero jamás pensé que doleria tanto. No creía que se sintiera así, nunca dejaría que Peter volviera a lastimarme. ¿Cómo podía Lali haber perdonado tanto siempre? Si yo lo hacía entonces él nuevamente me traicionaria, muchas lo molestarían y querrían tener algo con él ¿Se acostarían entonces, solo para que lo dejará en paz? Eso era estupido, era la peor excusa que podría haber usado. Incluso hubiese sido mejor que me dijera que tenía ganas de divertirse, entonces lo habría entendido, es un hombre y puede tener tentaciones. Pero esto ya es mucho, jamás estaría segura a su lado.
  Tome mi computadora y comence a escribir un capitulo, lo curioso era que escribia algo al azar, era... Lo que me estaba pasando. 
                  

   Lali estaba decepcionada, se sentía abatida. Tenía ganas de que todo aquel dolor acabará pronto, de que aquel sentimiento tan detestable se fuera, de que Peter dejará de existir, era tan extraño odiar a alguien a quien siempre amo. Era tan raro querer ver lejos a alguien a quien siempre tuvo cerca. Decidió que solo tenía una solución, corrió al baño. Tomo todas las pastillas que había allí, analgesicos para cada tipo de dolor. Tristemente ninguno era para el dolor del corazón, ¿Pero que más daba? ¿Para que vivír si no podía hacerlo junto a Peter? Tomo un puñado de veinte pastillas, o a lo mejor más. Respiro, uno, dos, tres y trago todas a la vez. Callo al suelo rendida, ya no había dolor... Lali estaba muerta.

  Comencé a llorar una vez más, si yo era Lali y mi dolor era tanto como el suyo,a lo mejor ambas debiamos tener el mismo destino. Talvés ambas deberíamos morir.
                                    Continuará...