Capítulo 5

Capítulo 5.

{Lali}

Me removí incomoda entre las sabanas y al recordar mi sueño pegue un salto, terminando totalmente erguida sobre la cama. Dios, todo había sido tan real. Pablo pegándome, dejándome inconsciente, yo conectada a varias maquinas. Eso había pasado hace varios meses.  Mire al reloj de pared; las agujas marcaban las nueve de la mañana. Mierda, solo me quedaba una hora. ¡Una hora!. Me levante a la velocidad de la luz y me adentre en el baño. Abrí la ducha, esperando que el agua tomara una temperatura agradable. Jalé la remera que traía por la cabeza, saqué mi ropa interior y me metí dentro. Logre bañarme en diez minutos, lo que es tiempo record para mí. Jeans de color, musculosa, sandalias y un bolso cruzado fue el atuendo elegido para hoy; un poco de corrector de ojeras sobre las bolsas negras que se situaban bajo mis ojos, brillo labial, mascara para pestañas, y ya estaba lista. Agarre el móvil y las llaves del departamento, para después bajar corriendo las escaleras.

¿Cómo puedo ser que no encuentre un maldito taxi vacío? Cuando realice la hazaña de conseguir el taxi y ya estábamos de camino, saque el reproductor de música, me coloqué los audífonos y volví a sumergirme en los pensamientos que me torturaban todos los días: Pablo.
Al sentir que el chofer me sacudió levemente del hombro supe que ya había llegado a mi destino. Luego de pagarle y despedirme cortésmente, me pare frente al edificio que se encontraba sobre la otra calle. ¿Realmente fue una buena idea haber venido hasta aquí? Aún estaba a tiempo de irme y continuar como hasta ahora... no. Debía hacerlo. No era la gran cosa. Cruce a paso lento la avenida y abrí con dificultad las grandes puertas antiguas. ¿Quién utilizaba en este siglo esas puertas? La sala estaba decorada perfectamente, sin dejar ese estilo antiguo que se podía percibir desde afuera. Las paredes eran blancas, pequeñas butacas negras y blancas esparcidas por el lugar, sobre una alfombra tejida a mano de diferentes colores. En un rincón de la habitación se encontraba la secretaria, una señora de edad avanzada, su pelo ya había adoptada un color blanco ceniza, pero su encanto perduro a través del tiempo.

-Hola, dulzura- me dijo ella amablemente- el doctor te está esperando. Por el pasillo, la primera puerta a la izquierda.

-Gracias- balbucee, odiando el temblor en mi voz.

Seguí sus indicaciones y en el camino imagine varias formas de escaparme de aquí. Ninguna que fuera realmente coherente. Aunque, pensándolo bien, podría decir que me siento enferma e intentar volver otro día, cuando este lista... no tuve tiempo de efectuar ninguno de mis planes. El que sería mi psicólogo me estaba esperando fuera de su consultorio, de espaldas a mí. Al ver que él no notaba mi presencia, tosí incómoda tratando de captar su atención. Al fin se dio vuelta y mi respiración quedo atascada en mi garganta.

¡Por los dioses, Juan Pedro era mi psicólogo! Esto no funcionaria ni en cien años...  
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Asdasd, ¿y ahora qué pasa? ¿Cuántas de ustedes dicen que Pitt es bueno y cuantas malo? ¿Ahora entienden mas o menos como va la nove? Pasa que en el capítulo anterior varias dijeron que no entendian xD Otra cosa: Lali le dice a Peter, 'Juan Pedro' porque ese es el nombre que le dijo cuando se conocieron, nadie le aclaro como era su apodoc:
Yami